miércoles, febrero 28, 2007

El “testamento” de Lagos a Bachelet o la mala memoria de los canallas.

En un intento por destronar del humor político a Juan Carlos "Palta" Meléndez, Iván Moreira Barros, el más fiel e imperturbable partidario del rapaz dictador, presentó ayer el testamento que, según el Diputado, Ricardo Lagos Escobar le dejó a la Presidente Bachelet.

Como chiste, es malo. Como análisis político, peor. Los doce aspectos de la herencia o testamento, a juicio de la UDI y Moreira, son:

1. Jornada escolar completa: Postergación y malos resultados.
2. Transantiago: Postergación y malas explicaciones.
3. Tribunales de familia y laborales: Colapso total.
4. Responsabilidad penal juvenil: Aplazos inminentes.
5. Costanera Norte: Mal diseño y alza de precios.
6. Concesión carcelaria: Preso de sus propios errores.
7. Plan Auge: Salud más cara para los chilenos.
8. Metro: Promesas, atrasos y filtraciones.
9. Becas estudiantiles y crédito universitario: Los jóvenes siguen esperando.
10. Infraestructura: Lo que no funciona, se cae.
11. Corrupción.
12. Cesantía.

Valga decir que cuando se sacan cuentas hay que sacarlas completas y no sólo con los números que conviene. En efecto, el listado de Moreira es un vulgar panfleto, en el que escabulle vilmente la no menor cuota de responsabilidad y culpa que le corresponde a la derecha en los líos que la Presidente Bachelet habría heredado.

En efecto, los problemas en la educación chilena comienzan cuando la dictadura desmanteló el sistema educacional público para entregarlo a los intereses del mercado, con el agravante que, de manera premeditada e ideologizada, se establecieron niveles de educación destinados a preservar y mantener las diferencias sociales; así encontramos hoy colegios para futuros gerentes, colegios para futuros profesionales asalariados y liceos para futuros obreros y cesantes. Se termina la educación por mérito y se establece la educación por ingresos; se acaban las becas y los créditos estatales.

Los problemas del transporte público se derivan desde el mismo momento en que la dictadura desmantela todo el transporte público estatal (ETCE = Empresa de Transporte Colectivos del Estado), entregándolo a los carteles del transporte privado como pago por su activa participación en el derrocamiento del Gobierno de la Unidad Popular y creando, de paso, un sistema caótico, contaminante y sin ningún tipo de gestión ni control.

Durante todos los años de la dictadura, si hay algo que nunca funcionó fue la Justicia, o, si se quiere, funcionó siempre a la pinta y conforme los intereses de la dictadura y por tanto nada se hizo para corregir o modernizar el sistema judicial. Sin embargo, Moreira y Cía. Limitada ahora rasgan vestiduras porque los Tribunales de familia y laborales no funcionan. Sí ¡¡¡los Tribunales laborales!!!, los mismos que a Moreira y a sus socios les encantaría que no existieran, para que los empresarios pudiesen hacer impunemente de las suyas en contra de los trabajadores.

De la responsabilidad penal juvenil y de las cárceles concesionadas, ni hablar, primero, porque, de acuerdo con la ideología de la derecha, todos aquellos que no estén de acuerdo con ella merecen estar en la cárcel o desaparecidos; luego porque para la derecha el Estado ideal es uno de tipo policíaco, en donde seamos sospechosos y en donde las cárceles sean lo suficientemente grandes y numerosas para que quepamos todos.

De igual manera, es sabido que durante los años de dictadura la inversión en infraestructura fue bajísima y que las carreteras y las calles se llenaban de baches; las construcciones se limitaban a lo mínimo. Sólo basta que Moreira y sus socios diga cuanto se invirtió en el Metro en el régimen del rapaz difunto benemérito para darse cuenta que cuando no se invierte en nada es muy difícil que haya atrasos, filtraciones y mucho menos que algo se caiga.

Por supuesto, uno de los aspectos que más amenaza la posición del "Palta" Meléndez y que menos análisis resiste es cuando Moreira y Cía. declaran que el Plan Auge ha transformado la salud en un sistema caro para los chilenos; imagínense, nuevamente los demoledores del sistema público de salud reclaman llorando por aquello que ellos mismos mataron.

La corrupción es otro pésimo chiste, en especial porque Moreira nada dijo acerca de los millones de dólares de todos los chilenos – sin contar los provenientes de “comisiones” y tráfico de armas - que el rapaz y anciano dictador se apropió para beneficio suyo y de su familia y que sólo la pusilanimidad de los Tribunales de Justicia y su muerte dejó impune. Por supuesto, tampoco ha dicho nada, NUNCA, del saqueo organizado al Estado de Chile, que permitió que empresas que eran de todos los chilenos quedaran en manos privadas, en manos de los interventores que designó la dictadura merced de préstamos del Banco del Estado que nunca se pagaron y si eso no es corrupción y de las grandes ¿cómo se llama, entonces? (en todo caso, para no echarle más pelos a la leche, no vamos a hablar de las miles de joyas que los incautos y agradecidos giles entregaron para la “reconstrucción nacional” y de cuyo uso y destino la dictadura NUNCA dio cuenta, tampoco)

Ciertamente no es posible desconocer que la Concertación ha estado muy por debajo de las expectativas que la ciudadanía cifró inicialmente en ella, reemplazando, primero, una dictadura militar por una dictadura de los partidos políticos, en donde el sistema binominal les viene como anillo al dedo; luego, por una total obsecuencia ante el empresariado y las transnacionales, borrando de un plumazo las promesas que hizo en sus inicios; creando un sistema de nepotismo, clientilismo y favoritismo que ha inundado muchas esferas del sistema público y de becas estatales; ignorando sistemáticamente a trabajadores y estudiantes; creando un sistema de gimnasia tecnócrata-política, en la cual los funcionarios primeros sirven al Estado y al día siguiente a los empresarios, en los mismos ámbitos en que desempeñaban funciones de regulación y control; y así, la lista es larga y conocida y por conocida, la obviaré.

Por supuesto, Moreira y sus adlátere nunca han reclamado porque los Gobiernos de la Concertación no han cumplido sus compromisos con el medio ambiente, permitiendo que empresas como Celco sigan contaminando; nunca han reclamado porque el bosque nativo se destruye; nunca han reclamado porque las mineras secan lagos y lagunas del norte grande para ocupar el agua en sus procesos industriales; nunca se han quejado de las condiciones en que trabajan los obreros de la construcción, los temporeros, las mujeres en las grandes tiendas; nunca han reclamado por las jornadas maratónicas y abusivas en malls y súper mercados y otro largo etcétera.

No hay duda que los canallas tienen mala memoria - o la tienen sólo cuando les conviene - y que la derecha, para hablar de estos temas, tiene tejado de vidrio y, además, sucio, muy sucio.

martes, febrero 27, 2007

El Transantiago y las lágrimas de cocodrilo de la derecha.

Ayer uno de los paladines de la democracia chilena, el Senador Jovino Novoa Vásquez - Subsecretario General de Gobierno de la dictadura y en cuyo período Tucapel Jiménez Alfaro fuera asesinado por los esbirros del régimen al que servía tan gustosamente y que posteriormente asumió como Jefe de los Servicios Informativos de El Mercurio (esta última parte de su Currículum está delicadamente omitida en su página del Senado) -, ha manifestado sentir "una rabia enorme ver a la gente aglomerada en los paraderos, colgando de las micros, apretada en el Metro y los señores de la Concertación de vacaciones".

Ciertamente, la impudicia de la derecha no tiene otro límite que la tarea mesiánica que la UDI se autoasigna en todos los planos de la vida nacional, cual es el deseo de terminar todo aquello que no pudo o no alcanzó a hacer la dictadura militar.

Sujetos como Novoa no tienen otro camino que alimentarse de las migajas y de los errores ajenos para poder subsistir como personas y como partido, ya que son incapaces de generar propuestas propias, y han encontrado en el Transantiago el elemento propicio para ello.

Novoa, Moreira y Cía. Limitada han saltado como tigres - por la ferocidad, no por la belleza ni la elegancia de esos animales - sobre los problemas que ha presentado el sistema de transporte, esgrimiendo el sentir de las personas como bandera de lucha, sentir que les interesa un pepino en la realidad, puesto que a la primera ocasión que tengan propiciarán terminar con el saqueo al Estado chileno que se inició durante la dictadura; borrar de un plumazo las pocas conquistas sociales de los trabajadores logradas durante los Gobiernos de la Concertación; generar las condiciones para que los recursos naturales sean entregados gratuitamente a las transnacionales; volver a entregarles a sus socios de los carteles el transporte público y un largo etcétera de beneficios para el país.

Las lágrimas que derrama la derecha por los chilenos son, simplemente, las lágrimas del cocodrilo antes de comerse a su presa......... y para ello ya han sacado de la calle los buses necesarios para que el Transantiago funcione.

viernes, febrero 23, 2007

¡¡ Graaaaaaaaaaaaaaaande !!



Eso, no más.

El Concurso Miss Reef, expresión de la involución de algunas mujeres…….. y de muchos sujetos.

A las amigas que vean la imagen de este post les pido que no se molesten conmigo, primero porque no fui yo quien hizo el dibujo - y porque tampoco estoy de acuerdo con la idea que transmite - y segundo porque lo que expresa el dibujante es más bien responsabilidad de algunas mujeres que mía y del dibujante mismo.

En efecto, hace algunas semanas se llevó a cabo el Concurso Miss Reef, en una playa de Reñaca, en donde un grupo de alrededor de 15 jóvenes muchachas se paseó ante una muchedumbre de sujetos aullantes para competir quien tenía la mejor colita, como de manera tan cursi se le llama a lo que todo el mundo conoce como poto y que los españoles, tan castizamente y sin ningún remilgo, llaman culo.

Vi las imágenes en televisión y la escena de esa muchedumbre de enajenados me recordó aquella de la película de Jean-Jacques Annaud, titulada “La Guerra del Fuego”, en donde los integrantes de la tribu de los Ulams, cuando salen a buscar el fuego que habían perdido, ve pasar una manada de animales y de manera espontánea y en forma abundante comienzan a salivar ante la vista de la presa potencial.

Advierto que no soy ningún mojigato pero el espectáculo lo encontré francamente degradante y las muchachas aquellas ciertamente no le hacen ningún favor a nadie – mucho menos a ellas mismas -, aunque probablemente no les interese tampoco y lo único que de verdad hacen es darle la razón a sujetos como el que hizo el dibujo.

Este tipo de muchachas y de espectadores parecen contradecir al jesuita y paleontólogo Pierre Teilhard de Chardin, que postulaba que la evolución de la especie humana es física y también espiritual y que toda evolución es progresiva, jamás regresiva.

Lamentablemente, en el caso que nos ocupa hay una involución de unas y otros, una involución que deja a los integrantes de la tribu de los Ulams como sujetos civilizados.

jueves, febrero 22, 2007

Transantiago ¿incompetencia del Gobierno o boicot de los carteles del transporte?

Una de las principales objeciones - si no LA principal - que algunos micreros hicieron al proyecto Transantiago era el sistema de cobro. Abiertamente declararon que - pese a los reiterados robos de que eran víctima - no les gustaba el mecanismo electrónico que eliminaría los boletos y que terminaría con la circulación de dinero en efectivo.

Con una miríada de destartaladas micros amarillas - pertenecientes a unos tres mil dueños - dispersas por todo Santiago y sin ningún tipo de control, cada una cortaba miles de boletos por día, con cuyo producto cada propietario llegaba todos los días al banco a depositar el dinero proveniente de aquellos supuestos pasajeros.

Como es de suponer, los depósitos eran principalmente en billetes de un mil pesos y monedas de 500, 100, 50 y 10, con un promedio anual de alrededor de $ 125.000.000 por micro. Si pensamos que eran unas ocho mil de esas micros las que recorrían Santiago cada día, y que cada una arrojaba ese mismo promedio, tenemos que la suma de depósitos alcanzaría al año a casi un billón de pesos, todos depositados en sencillo.

¿Quién certificaba cuántos boletos eran efectivamente cortados y que el dinero obtenido era efectivamente depositado? Nadie, con toda seguridad, puesto que hasta hoy ni siquiera hay total claridad sobre el número de micros que había en Santiago.

Esta misma situación, aunque en otra magnitud, se verifica en el transporte terrestre por medio de camiones y uno ahora entiende el porqué micreros y camioneros boicotearon, hasta hacerlo caer, al Gobierno de la Unidad Popular cuando este quiso ejercer control sobre sus ingresos y tributaciones.

Sin desconocer los problemas que un cambio tan radical en el sistema de transporte debe necesariamente presentar en su puesta en marcha, hemos podido enterarnos por medio de la prensa que la ausencia de buses ha sido persistente en las jornadas previas, llevando al Gobierno a ejercer un solemne acto de simulación de cobro de las boletas de garantía del AFT y de los operadores para remediar en parte el problema. De simulación, porque no está claro que dichos documentos, por los montos involucrados y por el tipo de contrato suscrito, sean cobrables.

Como sea, aún no están todos los buses que debieran en la calle y más de un jefe de los antiguos carteles del transporte público ha ingresado al nuevo sistema, aunque no está claro si lo hace ha tenido una conversión o porque piensa que la mejor manera de demoler un sistema es desde adentro.

La cosa no es tan sencilla y la tarea para el Gobierno no es tan fácil.

Después de todo, es mucho, muchísimo el dinero que está en juego y los jefes de los carteles no van a dejar que la jugosa presa se les vaya de las manos así como así, no más.

Por cierto, no van a hacer caer al Gobierno, como hace 33 años, pero crearán el descontento suficiente, como entonces, y no es que sea paranoico, pero en una de esas...............

lunes, febrero 19, 2007

Sólo explico algunas cosas.

Al día siguiente de levantar el post anterior, en el cual compartía con ustedes mi alegría, murió mi madre, después de veintiséis días de persistente y doloroso deterioro en su condición, puesto que el 15 de enero recién pasado sufrió un severo derrame cerebral que la fue consumiendo día tras día.

Alcancé a visitarla después del traicionero accidente cerebrovascular y pudo verme y reconocerme, lo cual, espero, que, si no le llevé alivió, al menos le haya dado un poco de tranquilidad.......... por lo menos eso me pareció ver en sus ojos, que ya no tenían el brillo de otrora.

El pasado 12 del mes en curso - y de acuerdo a su voluntad - procedimos a cremar su cuerpo y sus cenizas serán esparcidas - también según sus deseos - en algún lugar del desierto.

Y como la vida sigue, pese a todo y a todos, pronto volveré con mis post, así es que ¡¡no se me alejen!!

viernes, febrero 09, 2007

¡¡¡ Otra vez lo hice !!!

Una vez más, un post del suscrito logra estar entre los mejores de la semana en Atina Chile.

En esto ciertamente tienen ustedes un importante rol, por lo que es un logro compartido.

Gracias por sus visitas
.

jueves, febrero 08, 2007

Mi pronóstico del match Chile - Rusia, por Copa Davis.

Gana Rusia 3 a 2.

¿La razón?

¡¡ Nuestra inveterada adicción por la improvisación !! y el lunes diré porqué.

(Ojalá me equivoque)

miércoles, febrero 07, 2007

La sospechosa afirmación – a priori - de echarle la culpa del desastre en Valparaíso a la explosión de un cilindro de gas.

Es un hecho que en nuestro país las autoridades se cuidan muy poco de hacer suyo aquel antiguo y sabio adagio latino que asevera que “la mujer del César no sólo debe ser honesta, sino también parecerlo”. En efecto, cuando recién se inicia la investigación destinada a establecer las causas y eventuales responsables de la explosión que asoló el casco histórico (¡?) de Valparaíso, el Jefe de la División de Combustibles de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, Luis Ávila Bravo, en un sorprendente y sospechoso acto de clarividencia, declaró públicamente que no podía descartarse que las causas del desastre se hallaran en la explosión de un cilindro de gas al interior de uno de los edificios destruidos.

Esta afirmación de inmediato fue considerada como absurda y estúpida por el Alcalde Aldo Cornejo González, impensable por el comandante de Bomberos de Valparaíso y poco creíble por Investigaciones de Chile; no obstante, el Fiscal Gómez, a cargo de la investigación, se declaró abierto a evaluarla en busca de los responsables de este "cuasi delito de homicidio".

Por cierto que una afirmación de este tipo – sin ningún análisis serio y previo - parece estar destinada más a entorpecer la investigación que a facilitarla, ya que, como aseveró el comandante de Bomberos de Valparaíso, Enzo Gagliardo, "se requeriría una docena de balones con fuga para provocar esta destrucción".

Mientras Gas Valpo se defiende a brazo partido (ver en su página Web el
comunicado de prensa 05/02/2007), ayer se supo que una de las hijas del Ministro del Interior, Sr. Belisario Velasco Baraona, trabaja en Extend, empresa comunicacional que asesora a Gas Valpo. Por cierto, nada hay de malo ello, pero es impresentable que un funcionario gubernamental, como el Sr. Ávila Bravo, intervenga e interfiera- de manera inexplicable e intempestiva - en un proceso investigativo que recién se inicia, sembrando un mar de dudas y elucubrando con hipótesis peregrinas y antojadizas que en nada ayudan a dicha investigación, en particular cuando carece de toda competitividad profesional y técnica para una aseveración de esta naturaleza, puesto que sus profesiones son Contador Auditor e Ingeniero Comercial. En este sentido también podría afirmarse - con la misma rigurosidad - que fue un meteoro el que cayó sobre los edificios o tal vez un rayo galáctico mal dirigido.

Mal me huele todo esto, en especial viniendo de alguien llamado a fiscalizar a quien, hasta ahora, se levanta como el principal sospechoso de esta desgracia: Gas Valpo, cuyo eslogan dice - paradójicamente - "es vivir mejor".

martes, febrero 06, 2007

Dasani y el negocio de las aguas embotelladas ¿quién las controla en Chile?

En un clima en que la progresiva escasez de agua se asocia a una demanda cada vez mayor de este recurso, su valor de mercado se ha duplicado o incluso triplicado y los especuladores de la inversión han procurado adquirir los derechos de aguas en zonas agrícolas, con el fin de venderlos a las ciudades sedientas, surgiendo nueva clase de empresarios, que explotan los recursos de agua dulce del planeta y los venden al mejor postor.

En medio de esta fiebre ha surgido una nueva industria mundial del agua cuyo valor rondaba, según estimaciones del Banco Mundial, el billón de dólares estadounidenses anuales, en 2001.

Con el fin de aprovechar la crisis de agua en Latinoamérica, numerosas empresas privadas europeas han decidido asumir las operaciones de suministro público de agua en la mayoría de los países de la región, incluidos Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay. Aunque algunas compañías, como Aguas de Barcelona y Aguas de Bilbao, tienen contratos con los municipios, la mayoría de las empresas que intervienen en América latina son filiales locales de las tres principales corporaciones de alcance internacional: las francesas Suez y Vivendi y la alemana RWE-Thames. En conjunto, dichas compañías aportan servicios de agua corriente y saneamiento a 300 millones de clientes en más de 130 países.

Esta entrega por parte del Estado de un recurso tan escaso y por ende tan preciado a empresas privadas extranjeras no es un tema menor y sin duda en los próximos años tendremos que lamentar la ceguera e indolencia de nuestras autoridades.

Por su parte, el negocio del agua embotellada es uno de los menos regulados del mundo y estoy seguro que Chile no es la excepción. En los años ‘70, por ejemplo, el volumen anual de líquido embotellado y comercializado era de 1.000 millones de litros, pero antes de 2000, las ventas ascendieron a 84.000 millones de litros, de los cuales el 25 por ciento se comercializa y consume fuera del país de origen.

Aunque el agua embotellada ofrece garantías esenciales en muchas zonas del mundo, es también uno de los mayores fraudes pues se vende, como mínimo, a un precio medio 1.100 veces superior al del agua de la llave y hay una gran coincidencia en los analistas económicos en que la industria del embotellado creció a ritmo desmesurado. Por ejemplo, el año 2000, las ventas en todo el mundo se cifraban en torno a los 22.000 millones de dólares y el 2003, ascendieron a 46.000 millones, sin dejar de crecer sistemáticamente.

La firma Nestlé es la líder mundial, con no menos de 68 marcas, seguida de Pepsi Cola, Coca Cola y Danone. En la mayoría de los países en vías de desarrollo, la principal línea de productos Nestlé es simple agua potable, purificada a bajo costo y a la cual se le con adicionan minerales, comercializándose con el eslogan de pura y natural.

No hace mucho hemos sabido en Chile que desde el 19 de marzo del 2004 la gigante transnacional Coca Cola comenzó a retirar medio millón de botellas de Dasani en Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte, luego de confirmarse que la bebida tenía el doble de bromato de potasio de lo permitido, contenía sustancias cancerígenas y era especialmente peligrosa si era bebida en grandes cantidades.

El periódico The Guardian denunció que Coca Cola, para crear Dasani, tomaba agua potable del río Támesis en su fábrica en Sidcup, la sometía a un sencillo proceso de purificación, le agregaba cloruro de calcio, que a su vez contenía bromuro, para darle sabor y luego bombeaba ozono, para eliminar potenciales gérmenes, oxidando con ello el bromuro y convertiéndolo en bromato de potasio, que es altamente tóxico.

Además de Gran Bretaña, Dasani había sido lanzada en 1999 en Estados Unidos y un año después en Canadá. En América del Sur está en Brasil desde 2003, en Colombia y Chile desde 2005, y en Argentina y Uruguay desde comienzos de este año.

La respuesta de la transnacional al desastroso resultado en Inglaterra fue proseguir con sus planes en Latinoamérica para comercializar su agua, dado el poco control técnico de los organismos estatales de los países de esta parte del mundo sobre los procesos internos de las grandes compañías, en particular porque los análisis no arrojan valores de bromato cuando este está presente en pequeñas cantidades, debido a que el análisis de los valores del bromato requiere de un complicado procedimiento de cromatografía mediante espectrómetros de plasma y masa, procedimiento caro y no disponible en todos los países.

El efecto cancerígeno del bromato de potasio fue reconocido por la Agencia Internacional de Investigación para el Cáncer y tanto la Oficina Mundial de la Salud como la FAO declararon a ese aditivo mineral como genotóxico carcinogénico, asociado al cáncer. En otras palabras, el bromato de potasio es un poderoso oxidante, que tienen acciones nefrotóxicas, arcinogénicas y mutagénicas que pueden, a corto plazo, ocasionar intoxicaciones graves por sobredosis, incluso causar la muerte; otro efecto es a largo plazo causando daños renales irreversibles, cáncer y mutaciones genéticas. Lo más grave de estos efectos a largo plazo, es que son acumulativos, es decir el bromato de potasio queda acumulado en nuestros cuerpos, sin que pueda ser eliminado. Además de producir cáncer es muy peligroso de manipular, puesto que es altamente inflamable y por esta causa está prohibido en la mayoría de países donde los gobiernos protegen a su población, como es el caso de Inglaterra.

Además, una intoxicación con bromato de potasio afecta el sistema nervioso periférico, ocasionando serias polineuritis (dolores intensos en los miembros, las piernas, los brazos, y aun imposibilidad de caminar), también perjudica al nervio auditivo, de manera que ocasiona desde severas hipoacucias hasta la sordera definitiva.

Esto es particularmente preocupante puesto que en los últimos años las transnacionales han ampliado sus operaciones a América Latina, en busca de nuevas oportunidades en un mercado en pleno desarrollo, logrando Coca Cola beneficiarse ampliamente merced de su extensa red de plantas de embotellado. En efecto, en México, por ejemplo - que es el segundo país después de Italia en el consumo de agua embotellada per cápita - Coca-Cola tiene una red de 17 empresas, frente a seis de Pepsi.

En nuestro país, donde Coca Cola domina el 31 por ciento del mercado del agua mineral y el 69 por ciento de las bebidas, durante el año 2006 el aumento en las ventas del agua embotellada se incrementaron en un 25,2 %, colocándolo entre los principales consumidores de este producto a nivel latinoamericano y convirtiéndolo en un importante punto de destino de productores extranjeros, llegando – por ejemplo – a ser el principal destinatario de las exportaciones argentinas en este rubro, con el 92 % de ellas, entre enero y agosto del 2005.

En Chile – convertido en el paraíso del abuso en contra de los consumidores - no está claro quién y cómo controla este mercado y ante este expansivo y creciente panorama no deja de ser preocupante la posibilidad – muy cierta, dada la inveterada costumbre de nuestras autoridades de reaccionar en vez de prevenir – de que no exista un adecuado y eficiente control sobre las aguas que se comercializan a lo largo del país y por ello, en vez de hacerse las lesas, dichas autoridades debieran pronunciarse acerca de la calidad y salubridad de aquellas, evitando males irreversibles a la población y muy especialmente a los jóvenes y niños de nuestro país.

Sin embargo, me temo que pedir esto sea como predicar en el desierto, donde nadie escucha y los que escuchan, se hacen los sordos.

lunes, febrero 05, 2007

Las causas del calentamiento global, ¿una realidad o un síntoma del calentamiento de algunas mentes paranoicas?

Voy a comenzar diciendo que a mi edad suelo ser bastante menos crédulo y timorato que cuando joven y que, por mi formación jesuítica (de colegio, no de convicción o práctica) y ejercicio intelectual, nunca me trago algo sin antes saber cómo se hizo, quién lo hizo y para qué se hizo. Además, voy a correr los riesgos de ser - como suele decirse tan siúticamente - "políticamente incorrecto".

En el asunto que nos ocupa, la declaración de la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU, afirmando que las causas del cambio climático, en particular el calentamiento global, se debía "muy probablemente a la acción del hombre" me hizo pensar y poner atención a lo que, en el fondo se afirma en ella, porque decir "muy probablemente" está lejos de ser una aseveración contundente y definitiva.

Veamos. Un grupo de 500 científicos se reúne en París para debatir el tema y pese a que por diferentes medios se le ha hecho creer al público que el informe está basado en un consenso científico, lo cierto es que es lo contrario: no hay consenso sobre la importancia que tenga la contribución humana al efecto invernadero. En efecto, una reciente encuesta realizada entre los profesionales del ambiente en Estados Unidos registró los siguientes resultados:

• el 34 por ciento no está de acuerdo con que el calentamiento global sea un problema serio al que se enfrente el planeta;

• el 41 por ciento no está de acuerdo con la afirmación de que el calentamiento "puede atribuirse, en gran medida, a la actividad humana";

• el 33 por ciento no está de acuerdo con que el esfuerzo del Gobierno de los Estados Unidos para reducir el efecto invernadero sea insuficiente; y

• el 47 por ciento, no está de acuerdo con que acuerdos internacionales como el protocolo de Kioto constituya un instrumento eficaz para combatir el calentamiento global.

A ello hay que sumar cuatro declaraciones públicas firmadas por miles de científicos que expresan sus dudas sobre la relevancia del papel del hombre en el cambio climático y/o critican el uso político de la ciencia por parte de ciertas instituciones. Es el caso de la Declaración de Leipzig, con que concluyó el Simposio Internacional sobre la Controversia en torno al Efecto Invernadero, que dice, entre otras cosas, que "las bases científicas del tratado sobre el clima global de 1992 son erróneas y que su objetivo no es realista". Por otro lado, la Declaración de los Científicos Atmosféricos sobre el Efecto Invernadero concluyó que "estamos preocupados porque los activistas, ansiosos por detener el crecimiento de la energía y de la economía, estén impulsando políticas drásticas sin tener en cuenta los cambios recientes en la ciencia subyacente. Nos tememos que esta carreta para imponer regulaciones globales tendrá impactos catastróficos en la economía mundial, en el trabajo, en los niveles de vida y en la salud, las consecuencias más graves cayendo sobre los países en desarrollo y en los más pobres".

A estas declaraciones le siguen dos: las de Heidelberg y la de Oregón. La primera fue firmada por más de 4.000 científicos, entre los que se incluyen 74 premios Nobel, y la segunda por más de 10.000 científicos. La Declaración de Heidelberg concluye que "los mayores males que acechan a nuestra Tierra son la ignorancia y la opresión, y no la ciencia, la tecnología y la industria, cuyos instrumentos cuando son adecuadamente gestionados, son herramientas indispensables para un futuro modelado por la humanidad, por sí misma y para sí misma, para que sobrelleve los problemas importantes, como la superpoblación, el hambre y las enfermedades extendidas por todo el mundo". La Declaración de Oregón, por su parte, señala, entre otras cosas, que "el acuerdo propuesto tendría efectos muy negativos sobre la tecnología de todas las naciones del mundo; especialmente de aquellas naciones que están en la actualidad intentando salir de la pobreza y ofrecer oportunidades a los 4.000 millones de personas que viven en países tecnológicamente subdesarrollados".

Es un hecho irredargüible que la Tierra ha tenido múltiples eras climáticas en toda su existencia y que ninguna de ellas puede ser atribuida a la acción del hombre. En los tiempos de Aníbal el Grande, por ejemplo, los Alpes no contenían ni una sola mota de nieve y esta circunstancia fue lo que le permitió ingresar con sus elefantes para atacar a Roma por donde menos lo esperaba el Imperio; hace 10.000 años el Sahara era un pletórico bosque subtropical y la Antártida, lo mismo; desde la mitad del siglo XIV a la mitad del siglo XIX hubo una Pequeña Edad de Hielo, la cual puso fin a una era extraordinariamente calurosa llamada óptimo climático medioeval. Más información pueden encontrarla en este interesante artículo, que pretende desnudar algunos fraudes a los que se nos intenta someter.

Y como he notado que hay una tendencia a tergiversar lo dicho, aclaro que no estoy afirmando que el calentamiento global no exista o que no debamos preocuparnos de cuidar el ambiente o el medio, como quieran llamarlo (el ambiente o el medio, porque decir el "medio ambiente" es como decir "domingos dominicales", o sea una caricaturesca redundancia), sino únicamente que los cambios climáticos tiene otra explicación y otras causas, distintas a las que se nos quiere hacer creer.

Recuerdo que hace algunos años se pronosticó que el SIDA se convertiría en una pandemia que terminaría, casi, por exterminar la raza humana y vemos hoy que - sin desconocer lo grave del contagio - el virus ha sido la causa de muchas menos muertes que las causadas por guerras y accidentes automovilísticos. El cáncer, incluso, mata más personas que el SIDA. En esa época, un periodista español denunció que tras las apocalípticas predicciones se encontraban los grandes laboratorios, que solicitaban urgentes y jugosos recursos estatales para encontrar un remedio al desastre que se nos venía encima; se les dieron los recursos y después de ¡¡¡ más de 20 años !!!, ¿qué solución hay? Ninguna, absolutamente ninguna, sólo atenuantes................. y caros, muuuuuuy caros.

Por tanto, respecto del calentamiento global, me temo lo mismo: numerosas instituciones y organizaciones ambientalistas solicitando generosos recursos para sus fines, sin dar ninguna solución definitiva, puesto que el día que la den............ ¡¡¡ se acabaron dichos recursos y se acabaron dichas instituciones y organizaciones !!! Después de todo, la paranoia es un síntoma de los tiempos que corren y cada cierto tiempo aparece uno que otro iluminado anunciando que el fin del mundo está cerca y la parusía se nos viene encima.

Sin embargo, de algo sí podemos estar seguros: la histeria actual sobre el calentamiento global, con las apocalípticas profecías de derretimiento de los casquetes polares, inundación de las zonas costeras y desertificación de las tierras fértiles, no está ayudando para nada a que la gente comprenda cuáles son las reales y complejas fuerzas que dan forma al clima terrestre y sin comprensión no hay entendimiento y sin entendimiento no hay educación.