martes, octubre 30, 2007

La venta de levonorgestrel ¿un asunto ético o ideológico?

Como consecuencia de las multas que el Ministerio de Salud cursó a algunos locales de las grandes cadenas de Farmacias debido a la negativa de vender la píldora de levonorgestrel en sus locales, nuevamente se instaló la discusión acerca de esta progesterona, puesto que a la contumaz posición de sus dueños llegó una oportuna intervención del Papa acerca del derecho ético de no comercializar aquellos productos que atenten contra la ética de los empresarios.

Por supuesto, el derecho de cada uno de vivir y actuar de acuerdo con sus creencias y principios es algo que está fuera de toda discusión, ya que ello se enmarca dentro de lo que conocemos como ética y el fundamento de toda norma ética es el valor, no el valor impuesto desde el exterior, sino el descubierto internamente en la reflexión de un sujeto y en este contexto nada se le podría aparentemente objetar a los empresarios en cuestión, pero, de igual forma, es también pertinente preguntarnos si es lícito imponerle a los otros esa ética, esas creencias y principios.

Por otra parte, muy a menudo decimos y escuchamos frases y afirmaciones que se enmarcan dentro del relativismo ético y moral que adornan nuestro moderno, civilizado y globalizado mundo y así, de manera frecuente, escuchamos y decimos que hay "mentiras piadosas", necesarias para evitar un dolor o un mal mayor, obviando, desconociendo o queriendo deliberadamente desconocer que la mentira - al decir de Víctor Hugo, con quien concuerdo totalmente - es lo absoluto del mal y por ello no es posible mentir poco, porque el que miente, miente en toda la extensión de la mentira.

Dicho esto, entonces, parecería que no hay discusión posible acerca de la negativa de vender la píldora pero entonces ¿qué pasa con aquellas personas que piensan y creen que adquirirla no contiene ninguna falta? ¿Qué ocurre con aquellas personas que necesitan verdaderamente la píldora? ¿Deben someterse a los principios de los empresarios aludidos? Y, en la misma línea, es lícito preguntarse si esos mismos empresarios, tan apegados a sus principios, cumplen con sus obligaciones laborales, si a sus empleados les pagan el sueldo ético al que llaman sus pastores, si respetan las jornadas laborales y períodos de descanso (¿ha visto usted alguna silla detrás del mostrador de alguna farmacia? Nunca, seguramente, pero sepa usted – porque ellos sí lo saben - que es obligatorio que las haya)

Lamentablemente, en esta espiral de relativismo nos hemos acostumbrado a que, con el pretexto del derecho a vivir bajo nuestros íntimos principios, se llame públicamente a cometer - y se cometan - excesos en contra de la ley cuyo cumplimiento también entraña, por supuesto, un profundo sentido ético. Ya Platón enseñaba a que no se puede vivir con una ética relativa y cuando le preguntaron qué es lo que hacía un buen ciudadano, respondió: respetar la ley; Séneca, cuando le sugirieron escapar para evitar la pena que le había impuesto Calígula, se negó aduciendo lo mismo y agregando: dura lex, sed lex (dura es la ley, pero es la ley)

Y ayer, para terminar ponerle la guinda a la torta, el Senador Jovino Novoa dijo, muy suelto de cuerpo, que las multas a los infractores de la ley - porque no son otra cosa - era propio de una ideología chavista - bacheletista, lo que me hizo recordar los excesos del predicador norteamericano Pat Robinson, cuando propuso el asesinato del presidente venezolano, porque más allá de lo grotesco de una iniciativa criminal de esa envergadura, muestran el aterrador contubernio que sigue existiendo entre la derecha política y la derecha religiosa.

Por eso, a fin de cuentas, estoy convencido que el problema que tanto atormenta a los empresarios, con Jovino a la cabeza, es ideológico y no ético. Decir lo contrario sólo es "mentir piadosamente".

viernes, octubre 26, 2007

Un poema para "dos pájaros de un tiro".


Un buen poema de su autoría que encontré en el blog de Rolando Gabrielli y que dice relación con el Concierto del parcito ese, que se nos viene encima en 29 días más.

¡¡Y ahí estaremos, pues!!

Perdonen la tristeza.

Pienso, espero y deseo poder encon-trar y leer el libro que le da el título a este post, una especie de biografía del Joaco, en la cual se habla de su primavera comprometida, de su otoño coherente, de su lado golfísimo, del inconformista, de su inusual y reventada vida, de su sólida vocación, de su fidelísima fidelidad a la noche, de su preferencia por los tugurios (mientras más sórdidos, mejor), de la insumisión frente a los madrugadores, de su visión privilegiada acerca de lo que le rodea - un verdadero pozo poético -, de su indudable y permanente lucidez, de su trascendencia como artista de lo meramente musical, de su juventud rebelde, de su exilio londinense, de sus comienzos en España como periodista y cantautor, de su encuentro con Madrid, de su éxito progresivo.

Lo buscaré y lo leeré y quizás sepa quién mierda fue la que le ha robó el mes de abril, qué queda de ese joven aprendiz de pintor y si es verdad que las musas se fueron con el Nano.

No obstante, parodiando al mismo Joaco, me da la impresión que el libro habla, precisamente, de que no hay nostalgia peor que añorar lo que jamás sucedió.

viernes, octubre 19, 2007

¡¡Cuidado con las palabras!!

El día de ayer nuevamente nos enteramos de la muerte de un Carabinero en un asalto bancario, a menos de dos meses de la muerte de otro a manos de un vago con cara de volado o de cretino – no se distingue bien -, confeso y sometido a proceso.

Por cierto, este hecho, como el anterior, es total y absolutamente repudiable, lo cual no impide que a la hora de evaluar los dichos y declaraciones de los afectados no pueda uno sorprenderse e, incluso, preocuparse por la relativización de los hechos.

En efecto, en el caso de la muerte del Cabo Vera el Director General de Carabineros, entre dolido y molesto, declaró muy suelto de cuerpo que "matar a un Carabinero es matar al país", sin que nadie dijese nada e incluso contando con el apoyo a sus dichos por parte de las autoridades de Gobierno, lo que me llevó a preguntarme si en esos casos y sólo en esos casos ocurre un atentado en contra de la nación, porque cuando se da muerte a balazos a un trabajador que lucha por sus derechos ¿no es también acaso matar al país?; cuando se apalea impunemente a jóvenes estudiantes secundarios ¿no es también atentar contra el país?; cuando una empresa como Celco paga US $ 8,9 millones a un grupo de pescadores para poder contaminar impunemente ¿no es un atentado al futuro del país y de sus futuras generaciones?; cuando los empresarios no respetan las leyes laborales ¿no es acaso un atentado al Estado de Derecho? y las preguntas al respecto podrían ser casi infinitas.

Ayer, el General Director volvió a hablar, pero esta vez para hacer una velada crítica al accionar de la Justicia, cuando llamó a que los poderes del Estado cumplan con su rol, lo que otra vez me llevó a preguntarme si en este caso y sólo en este caso aquello debe hacerse pues ¿acaso la vida de un Carabinero vale más que la vida de una mujer asesinada por su marido o su pareja?; ¿acaso la seguridad de un Carabinero vale más que la seguridad de una familia asaltada violentamente al interior del lugar más íntimo y preciado que tiene: su casa, su hogar?; ¿acaso sólo debe buscarse con ahínco a los criminales de un Carabinero y dejar que los asesinos de un ciudadano común y corriente anden sueltos por las calles, impunemente?; ¿acaso los derechos de un Carabinero, marido y padre, valen más que los derechos de otros colegas suyos discriminados por el solo hecho de ser homosexuales?

Por cierto, en estos tiempos las palabras no suelen tener el valor que entrañan. Cualquier declaración es posible, desde la frivolidad a que nos tiene acostumbrado el Vocero de Gobierno hasta esta relativización a que ahora nos somete el Sr. Bernales, pues si hay algo que debemos cuidar en democracia es que no haya ciudadanos de primer y segundo orden; que el llevar un uniforme no le otorgue a nadie privilegios por sobre quienes no lo llevamos; que la muerte de una mujer sea tan grave como la muerte de un varón; que la violencia de los jóvenes sea tan seria como la violencia en contra de los jóvenes, etcétera y etcétera.

Por eso, ¡¡cuidado con las palabras!! Primero, con las que se dicen y, por sobre todo, con aquellas que se escuchan y no nos sorprenden, pese a lo que, en el fondo y en su esencia, contienen y sostienen.

¡¡Vamos, Fernando!!


¡¡A ganar el domingo y a coronarse Tri Campeón!!

miércoles, octubre 17, 2007

El SIDA parece ser una bicoca al lado de esto.

La revista Journal of the Medical Association ha publicado hoy un estudio de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades el cual señala que un germen, cepa del Staphylococcus aureus, es altamente resistente a los antibióticos y es la causa cada año más de 94.000 infecciones graves y casi 19.000 muertes, lo cual lo convierte en un factor de muerte potencialmente más grave que el SIDA, por su velocidad de propagación y virulencia.

El germen, que se transmite por simple contacto, convierte las infecciones cutáneas menores en graves problemas de salud, incluyendo casos de necrosis en los que se produce una eliminación del tejido debido a muerte celular y en la mayoría de los casos se trata de infecciones en el torrente sanguíneo.

La infección puede por cierto ser resuelta rápidamente mediante un tratamiento de antibióticos, pero en algunos casos el microbio ingresa a los pulmones y provoca neumonía o se extiende a los huesos, órganos vitales y el torrente sanguíneo, lo que causa complicaciones que amenazan la vida de los pacientes.

La epidemióloga del Departamento de Salud Pública de Los Ángeles, Elizabeth Bancroft, ha señalado que si las 19.000 muertes por infección estuvieran vinculadas al Staphylococcus aureus, el total superaría a las muertes provocadas por el virus del SIDA que en 2005 causó el fallecimiento de 17.011 personas.

Yo me pregunto ¿qué otra cosa se nos viene encima, ahora?

PD: la foto es real y corresponde a una infección por Staphylococcus aureus.

jueves, octubre 11, 2007

Fernando Alonso vuelve a Renault.

El diario alemán Bild informó que Fernando Alonso habría firmado un contrato por tres años con la escudería de Fórmula Uno Renault, donde tiene pensado volver en enero de 2008 - y de donde, por lo demás, no debió haber salido nunca-, rescindiendo antes de tiempo su contrato con McLaren-Mercedes.

El bicampeón mundial habría ya firmado el contrato y todo depende ahora de las condiciones que imponga Mac Laren-Mercedes, escudería en la que Alonso no se siente a gusto, para dejarle marchar antes de finales de 2008, que es cuando expira su contrato.

¡¡Bien por Alonso y bien por Renault!!

Mi pronóstico para el sábado.


Gana Argentina por 2 goles a 1.

lunes, octubre 08, 2007

¿Mayores impuestos a los matrimonios o parejas con sólo un hijo o sin ellos?

Los últimos resultados de la encuesta Casen han traído consigo una inquietud nada despreciable por sus implicancias geopolíticas, económicas y sociales, a saber, que la tasa de natalidad en nuestro país podría estar situada por debajo del guarismo 1,9 – tasa de natalidad de Francia - que el INE calculó a partir de los datos obtenidos en el Censo Poblacional del año 2.002.

No obstante, el hecho que el número de hijos por familia en nuestro país haya disminuido en forma acelerada y, al parecer, sin posibilidad de retorno, es sólo un dato genérico que parece no inquietar a nadie, pese a que hoy en día las familias pobres e indigentes tienen un promedio de 1,8 hijos y, las no pobres, de sólo 1,2. Lo anterior significa, en los hechos, que el número de chilenos que nacen no serán suficientes para mantener siquiera la población actual y que en un plazo no mayor a 30 años nuestro país envejecerá hasta niveles que imposibiliten su actual tendencia al desarrollo y, en la práctica, lograrlo, puesto que cuando un país entra en una vorágine de envejecimiento tal que el grupo de personas mayores de 65 años tiene un aumento considerable y progresivo en relación con la progresiva reducción de personas menores de 15 años el efecto en los estándares de bienestar y desarrollo no es cosa menor ya que en el lapso de años a los que me he referido el tercio laboralmente activo de nuestro país deberá, necesariamente, sostener a los dos tercios inactivos.

Chile es un país pequeño poblacionalmente y con un potencial de desarrollo de grandes proyecciones y, por supuesto, la menor tasa de natalidad no es un factor necesariamente deseado por los jóvenes matrimonios - o parejas, como gusta llamarse a algunos -, sino el síntoma de un modelo económico que ha creado un estado casi permanente de desigualdad y de falta de verdaderas oportunidades; de un Estado más interesado en resolver los problemas de los empresarios que de atender verdaderamente las carencias y dificultades de los jóvenes para obtener una inserción laboral estable, postergando con ello la formación de familias y limitando el número de hijos; de una falta de previsión y planificación que se ha tornado casi endémica en nuestras autoridades y de un enceguecimiento a lo evidentemente catastrófico, porque es claro, muy claro, que dos generaciones de hijos únicos no estarán económicamente en posición de soportar la carga provisional de las personas mayores ni, personalmente, de estar al cuidado monetario, físico y afectivo de sus cuatro abuelos.

Pero el factor social o de oportunidades no es el único válido a la hora de considerar las razones de algunas parejas para no tener hijos y hay también en esa decisión una cuota no menor de egoísmo, en que la vida adulta sin hijos es percibida como si tuviera un significado y un propósito positivo, y como si estuviera llena de diversión y libertad. La vida con los hijos, por contraste, es vista llena de presiones y responsabilidades. Así, muchas parejas y matrimonios consideran que cuando deciden no tener hijos salen ganando, ya que pueden vivir mejor con menos dinero; tienen mayor libertad para viajar o para moverse; pueden entregarse a sus carreras profesionales y a sus obvies sin ningún sentimiento de culpa; tienen mayor libertad para hacer y decir lo que sienten; duermen más; evitan la posibilidad de un fracaso, ya que alegan que las separaciones son precisamente más frecuentes en las parejas con hijos y, lo más importante, disfrutan de mayor intimidad con sus compañeros/as. Evidentemente, esto no quiere decir que la mayoría de las parejas jóvenes rechacen tener hijos, pero existe una percepción cada vez mayor de agitación a la hora de adquirir las responsabilidades de la paternidad. Por supuesto que nunca ha sido fácil criar a los hijos, pero hay buenas razones por las que un número creciente de padres sienten que aumenta la presión.

Las consecuencias de esta tendencia de baja natalidad tendrá, además de lo ya señalado precedentemente, el efecto de que en 30 años más no habrá mano de obra suficiente para realizar tareas que hoy nos parecen triviales y tendremos que permitir un flujo aún mayor de inmigrantes para poder continuar realizando nuestras actividades económicas.

Lamentablemente, la tendencia actual no parece ser posible de revertir y por ello, junto con establecer políticas públicas destinadas a incentivar la procreación no parece estar lejos la posibilidad de que a los matrimonios y parejas con sólo un hijo o sin ellos se le cobren mayores impuestos para compensar el grave desequilibrio que se nos vendrá encima.