¿Ven?, les dije que Chile perdería por dos goles o más en el partido de “júrgol” contra Argentina……..

……….. y tres a cero fue la cosa.

Porque para ser campeones del Mundo no basta tener un corazón grande y una lengua larga.

Porque no hay que creerse el cuento, cuando el cuento es mentira.

Porque nunca hay que celebrar antes de tiempo.

Porque en esto del “júrgol” somos lo que somos y no lo que queremos ser, especialmente cuando no se tienen condiciones.

Porque, futbolísticamente, el partido estaba perdido antes que comenzara y sólo se remató en la cancha, pese a lo que diga ese par de llorones de apellidos Carcuro y Solabarrieta, que siempre terminan echándole la culpa al empedrado.

Porque para triunfar hay que ser disciplinados y no comportarse como niñitos malcriados a los que les da pataletas si no obtienen el juguete que deseaban.

Y, finalmente, porque mejor dediquémonos a otras cosas y convenzámonos de una vez por todas que el “júrgol” nuestro es lo que es, no más: una pobre práctica con pésimos resultados.

Por mi parte, sólo les pido que en el futuro me crean, porque ya tengo dos aciertos ABSOLUTOS en esto de pronosticar resultados y………………. eso que adivino no soy. Sentido común, le dicen.