viernes, abril 28, 2006

Algo acerca de la "elegancia" de Sommerville.

Es casi un axioma en el mundillo empresarial y del jet set criollo que el Capo di Tutti Capi del empresariado, el profesor universitario, Hernán Sommerville Senn, es un hombre elegante, una especie de lord perdido en la jungla del subdesarrollo.

Esto lo he escuchado miles de veces y he visto fotos de daban testimonio de ello y debo confesar que lo envidiaba; yo, pobre mortal de clase media metido en pantalones de liquidación y jeans chinos que venden en Supermercados por $ 5.000, envidiaba sus trajes de tela inglesa hechos a la medida; sus corbatas seguramente italianas; sus camisas de $ 60.000 y sus pañuelos distinguidos, haciendo juego con la corbata.

Y como en la canción, hoy lo ví y juro que fue por pura casualidad.

Caminaba - sí, ¡¡caminaba!! - tal como suponía que caminaría, o sea dando pasos largos que parecen intentar desprender de la suela de sus zapatos la suciedad de las aceras de las republicanas calles del centro de esta sicalíptica ciudad.

Hablaba por un teléfono móvil (era que no), pero sin gesticular y sin gritar, como el caballero que aparenta ser.

Para ser breve, vestía igualito que en la foto, ¡en serio!

Sorprendido - gratamente sorprendido - lo miré y me dispuse a disfrutar en él mi imposible y lejana elegancia; me dispuse a retener en mi memoria los hechos y detalles para poderle contar a mis amigos y a mis nietos que una vez vi a un lord, chileno, claro, pero lord.

Pero más me sorprendí cuando constaté, con horror y vergüenza ajena, que Hernán Sommerville Senn, aquel hombre elegante, aquella especie de lord perdido en la jungla del subdesarrollo calzaba zapatos cafés. Síííí, ¡¡Zapatos cafés!!

Con traje oscuro y zapatos cafés, ¿lo pueden creer? Zapatos de gamuza, caros y elegantes, ¡¡pero cafés!!

Entonces supe que aquello que escuché tantas veces cuando niño y repetí tantas veces cuando grande es verdad: la mona, aunque se vista de seda, mona queda.

Mañana hay una venta rebajada de jeans y camisas chinas en el Supermercado cerca de mi casa; creo que optaré por ello para no intentar vestirme de caballero cuando en verdad y en el fondo no lo soy, como el susodicho................

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