La derecha, Judas de la Educación, se escandaliza después que la vendió al mercado por treinta monedas.

La derecha, con ese fétido oportunismo que suele caracterizarla, ahora se muestra escandalizada por la ineptitud del gobierno para prever una situación de efervescencia social desatada por la injusta, cruel y discriminatoria Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (L.O.C.E.), puesta en práctica por el rapaz dictador a pocas horas de levantarse para siempre de su escritorio en La Moneda.

Es evidente que el Gobierno, en general, y el Ministro de Educación, en particular, han sido total y absolutamente incapaces de prever nada de lo que todo el mundo veía venir, pero de allí a alzarse en censores suyos hay una brecha enorme. Primero, porque para hacerlo hay que tener decencia y hay que tener ética y de eso hay una carencia enorme en la derecha política de Chile; en efecto, los problemas que hoy sufre la sociedad chilena tienen casi todos su origen en la dictadura y si bien los gobiernos de la Concertación han sido bastante pasivos frente a los desafíos que ellos mismos se autoimpusieron y a los grandes requerimientos y necesidades de los chilenos, no es menos cierto que los políticos de derecha se han atrincherado en los enclaves totalitarios que dejó el gobierno genocida de Pinochet para intentar, por todos los medios, de perpetuar su nefasto legado........... ayudados, digámoslo ya, por algunos políticos concertacionistas - que hacen como que no ven cuando les conviene -, que ven en ello la oportunidad de obtener una parte del botín de nuestro saqueado Estado chileno.

Por ello, no debemos dejarnos engañar por la derecha, por los Novoa, los Larraín, los Espina, los Allamand, que - detrás de su disfraz de demócratas - esconden toda la herencia de la dictadura, incluida esta educación discriminatoria - y de la cual son sus Judas -, que prepara a chilenos de primera, segunda, tercera y hasta cuarta categoría.

Una cosa es estar o no de acuerdo con el Gobierno, de criticar o alabar su quehacer y eso lo podemos hacer, con más derecho que nadie, quienes votamos por él y también aquellos chilenos que tienen otra visión de país, distinta a la nuestra; pero los otros - los mercaderes del templo -, los que sólo esperan su oportunidad para instalarse y preparar el asalto final a la propiedad de todos los chilenos, es...............otra cosa.