¡¡Gracias a todas y a todos!!

No sé si seré claro o el mensaje parecerá oscuro y hedonista, por eso, ante la duda, opté por brindar con ambos tonos de vino.

El caso es que ya pasó este blog las dos mil visitas, lo que no deja de alegrarme y de encender, un poco, claro, la chispa de la soberbia que la alegría trae consigo (digo esto porque ningún humilde se alegra, a lo más se contenta)

Por tanto, agradezco todas las visitas hechas, las con buena y las con mala onda.

En especial agradezco los comentarios, generosos muchos, sinceros, los más; comentarios que no siempre contesto, tanto porque el formato del blog no lo permite, como por la ingratitud que a veces me acompaña (en verdad, más a menudo que a veces), como por otra razón que alguien conoce y que no quiero comentar.

En todo caso, gracias por leerme y gracias por darme a entender de que me leen. Por mi parte, me comprometo a seguir pedaleando en esto de entregar ideas y de abrir un poco la discusión en un mundo en donde nadie conversa, siquiera.