viernes, diciembre 22, 2006

La derecha polaca quiere nombrar a Jesucristo "Rey de Polonia" ¡¡ y aquí nos escandalizamos por tres estatuas para el dictador !!

En un arranque de imaginación y de iniciativa sin límite, un grupo de parlamentarios polacos de derecha han propuesto nombrar a Jesucristo Rey de Polonia argumentando razones teológicas e históricas, mientras nosotros - los chilenos - nos embarcamos en una discusión acerca de la procedencia o no de levantarle tres estatuas la dictador.

La democracia tiene, como todos los sistemas, cosas buenas y malas, entre las que podemos señalar el que cualquier cretino pueda decir algo, proponer algo, hacer algo, escribir algo, callar algo, denostar algo, deshacer algo, borrar algo, o sea, tiene libertad.

Ciertamente, podrá no gustarnos que el Alcalde De La Maza le haya pasado la cuenta al nieto del General Carlos Prats por los honores no rendidos al felón, aduciendo modales que debe tener todo servidor público, pero el despedirlo es una facultad suya; así como podrá no gustarnos que algunos partidos de la Concertación revivan prácticas stalinistas para acallar a los críticos de sus propias filas, pero cada uno es lo que es y hace lo que sabe hacer, no más, porque en eso, al fin y al cabo, consiste la democracia puesto que se aplica y vale tanto para los que no creen en ella como para los que si creemos; para los que la destruyeron y para quienes la restituyeron; para los malos y para los buenos; para los negros y para los blancos; para los asesinos y torturadores y para sus víctimas; para los represores y para los reprimidos; para los explotadores y para los explotados, etcétera, etcétera, aunque en este largo, larguísimo etcétera, quede la sensación de que en el sistema imperante más se beneficien unos pocos en vez de los muchos.

Por eso, ahora que el felón se fue, debemos aprender a vivir unos con otros y a tolerarnos en nuestras diferencias, porque si no, lo que deseamos construir no es precisamente un país democrático.

En lo personal, me da exactamente lo mismo que el dictador tenga uno, dos, tres o mil monumentos, puesto que lo que queda es la memoria y en cincuenta o cien años más esas estatuas estarán más cubiertas por la mierda de las palomas que por el reconocimiento de un pueblo.

También me da lo mismo que una, dos, tres o todas las calles lleven el nombre del quídam, porque, en una de esas, el alcalde de Las Condes no es de derecha y decide cambiarle el nombre a la calle que ahora quieren bautizar con el nombre del dictador.

Y me da lo mismo porque, como dije, la democracia es para todos, aunque no nos gusten algunas cosas y porque, además, frente a la iniciativa de nombrar Rey de Polonia a Jesucristo, cualquier otra propuesta parece casi un detalle.

¡¡Lo que sí queda claro es que de la derecha puede esperarse cualquier cosa!! En Polonia, en Chile o en la Quebrada del Ají.

4 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Estimado

Mire. Apelando a ese espíritu de libertad democrática del que ud habla, debo decirle que no toy de acuerdo con ud en un punto esencial. Creo que los códigos democráticos siempre deberían estar siendo revisados. Le pregunto algo para que nos vayamos entendiendo. La gente se escandaliza porque en Egipto a los ladrones les cortan las manos ¿verdad? mi pregunta es ¿se escandalizaría menos si ese castigo fuera una decisión "democrática" del pueblo de Egipto? Me parece que no. A lo que voy: hoy en día se habla en nombre de la democracia con una relatividad ética que me preocupa. Libertad es una palabra tan amplia, tan relativamente amplia. No sólo me parece mal la decisión del edil innombrable que ud menciona. No creo que sea parte de su "derecho".
El nieto de Prats se merece todos mis respetos por su acto (entre paréntesis) y cualquier castigo es una estupidez.
Tampoco me da lo mismo que Pinochet tenga una estatua porque la justificación de la libertad no me alcanza. No quiero construir una historia en base a mentiras y en base a una "tolerancia" que dictan el manual de la democracia. Hay una cuestión ética de fondo que, de verdad, me asusta relativizar. Una estatua es un reconocimiento aquí y en la quebrá del ají. No estamos hablando de opiniones frente a una película: "Yo respeto que no te guste volver al futuro, respeta que yo ame a Michael J.Fox", por ejemplo. No tamos hablando de eso. No puedo tolerar una estatua (ni tres, claro)para un asesino. Sus muchos seguidores no relativizan sus asesinatos. Hay hechos concretos que la historia no debería borrar, la relatividad ética me asusta. En serio. Es cierto, es rica esta libertad de decirte que no estoy de acuerdo contigo, pero en tus palabras había un subtexto de "Todos somos hippies, cada loco con su tema" que no me gustó naita. Con el espíritu democrático de fondo te propongo una discusión ética y moral si quieres de por qué tres estatuas no deberían dejar indiferente al más democrático de los democráticos.
un abrazo
Saludos....Vero prima (tu me escribiste a atinachile..asi llegué acá)

22 diciembre, 2006 18:08  
Anonymous Anónimo dijo...

"bajarle el perfil" , como acostumbran decir ahora cuando se trata de relativizar (o banalizar) a situaciones de las cuales,somos actores, no me parece justo. Todo lo que tenga que ver con Pinochet y su nefasto legado puede provocar repudio o simpatía pero jamás indiferencia una "neutralidad" que no existe. En lo personal, cualquier homenaje al criminal es un atentado más a la dignidad de tantos chilenos que impotentes, observaron como se recurrieron a todas las artimañas posibles para amparar la impunidad.

26 diciembre, 2006 07:16  
Anonymous Anónimo dijo...

..y no es escándalo... es solamente el derecho que tenemos losciudadanos en exigir justicia y en el deber de denunciar tanta hipocresía y evitar continuamente llamar las cosas por su nombre. Un criminal no merece ningun tipo de homenajes, sólo rechazo. Actuar de otra manera es legitimar los atropellos.

26 diciembre, 2006 07:21  
Blogger Guillermo Gutiérrez de Vallenuevo y Torres dijo...

Bueno, "quod scriptum, scriptum", como digo siempre; o sea, lo escrito, escrito está, aunque la frase no sea mía.

La democracia, como lo digo en mi post, es para todos o no es democracia. Ciertamente que no pretendo relativizarla, pero si un Alcalde de derecha realiza un acto que esté dentro de sus atribuciones o de sus decisiones, con la anuencia del concejo municipal, ¿quién podría objetarlo? ¿A título de qué? ¿Que no me gusta o no nos gusta?

Por cierto, preferiria que al felón no le hiciesen ningún monumento, pero el país es de todos y en él cabemos todos.

26 diciembre, 2006 11:42  

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal