lunes, diciembre 04, 2006

Hoy, cuando el felón se aferra a su miserable vida, el fanatismo de algunos nos hace recordar su traición y su legado de muerte.

Hace treinta y tres años, el país veía atónito como el General en Jefe del Ejército, Carlos Prats González, después que su automóvil fuese chocado ex profeso, era injuriado y agredido por un grupo de mujeres, lo que motivó que el oficial extrajera su arma y disparara al aire, lo que ocasionó su posterior dimisión y su ingenua recomendación al Presidente Salvador Allende G. para que nombrara a Pinochet en el cargo que dejaba, sin sospechar siquiera que el felón - con la comparsa de parte del Congreso Nacional, de la Corte Suprema, de los transportista y de los empresarios - daría el Golpe de Estado que no sólo provocaría un desastre político, sino una marea genocida sin parangón en nuestro país y que, el 30 de septiembre de 1974, terminaría con su propia muerte y la de su esposa, a manos de los sicarios de la dictadura.

Hoy, cuando el dictador aparentemente se aferra a su miserable vida - digo aparentemente porque el quídam ya nos tiene acostumbrados a la cobardía de inventarse hospitalizaciones cuando la Justicia le pisa los talones -, la misma marea provocadora y fanática se instala en las calles de nuestro país.

En efecto, unas pocas decenas de partidarios del dictador se las ha arreglado para vociferar a las puertas del Hospital Militar, dando muestras de iguales dosis de fanatismo y de fervor religioso, amenazando al que se les cruce por delante y agrediendo casi de manera impune a quien se les antoje, incluso el propio General Juan Emilio Cheyre Espinosa debió sufrir el vejamen de ser insultado y agredido por parte de la gentualla pinochetista. Protagonista destacada de esta nueva versión de 1973 es Luz Guajardo - tomen nota, porque de seguro oirán hablar de nuevo de ella -, que le lanzó una botella con agua, seguramente sólo porque no tenía a mano un arma homicida con que actuar, siendo detenida y liberada a los pocos minutos.

A todo esto, ¿cuál es el punto?

El punto es que las mismas fuerzas reaccionarias que actuaron en 1973, el mismo fanatismo, la misma agresividad, las mismas justificaciones, las mismas inclinaciones, las mismas actitudes, están hoy vivas y coleando, porque si no ¿cómo no espantarse ante el grito de "Pinochet, CNI, salvadores del país"?, grito que hace gárgaras con tanta muerte, de tantos desaparecidos y tanto(a) torturado(a).

Y no se me diga que hoy las cosas son distintas, porque no lo son. El año 1973, el felón concurrió varias veces a la residencia del Presidente Allende para colaborar en la organización de la defensa de la Institucionalidad...................... y ya ven lo que pasó.

3 Comentarios:

Blogger Carol Crisosto dijo...

Pues este paria y su enfermedad es señal de burla para todos los chilenos.

04 diciembre, 2006 20:06  
Anonymous Anónimo dijo...

Para que te olvides un poquito de Pinochet y de la corrupción, aunque la rabia e impotencia nos invada, te invito a ver en Atina las fotos de Puerto Montt ¿ya?
cariños
Paty.

05 diciembre, 2006 20:46  
Blogger Guillermo Gutiérrez de Vallenuevo y Torres dijo...

Para allá voy, entonces..........

06 diciembre, 2006 10:39  

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