El último tren al sur o cómo botar US $ 60.000.000 de los contribuyentes.

A las 15:00 hrs. del día 7 de diciembre del 2.005 el automotor modelo T 595 realizó el primer viaje oficial del reinaugurado tramo Temuco - Puerto Montt con poco más de 100 pasajeros a bordo. Así, uno de los tres automotores que unirían a Puerto Montt con diferentes ciudades de la Región de Los Lagos y la Región de la Araucanía, partía desde la Estación La Paloma con sus pasajeros con la cara llena de risas.

El Diario el Llanquihue afirmaba que ese "fue otro día memorable en la larga historia ferroviaria de Chile".

Con bombos y platillos, o sea con la presencia de Ricardo Lagos Escobar y altos ejecutivos de la EFE, se anunció a todo Chile - y particularmente a los habitantes de la zona - que hasta el 19 de diciembre de ese año, cuando comenzara la temporada de verano, las salidas desde Puerto Montt serían todos los días a las 7:20 horas, excepto los miércoles, y diariamente a las 15:00 horas.

Desde Temuco las salidas serían diariamente a las 7:40 horas y a las 15:15 horas, excepto los martes que no circularía en el horario de la tarde. Luego se incorporaría una tercera frecuencia por sentido.

Los pasajes se venderían a bordo de los trenes y en las estaciones de Puerto Montt y Temuco. Los valores de los boletos iban desde los $ 500, en las distancias más cortas, como entre Puerto Varas y Puerto Montt, y $ 3.500 en el tramo más largo, Temuco - Puerto Montt.

Como la euforia era grande y las elecciones se venían encima se anunció que a partir del 19 de diciembre, el servicio comenzaría a llegar a Victoria y se reforzaría con la incorporación de dos automotores más, lo que permitirá tener tres frecuencias en cada sentido.

El Gerente Comercial de EFE, Eduardo Castillo, presente en la Estación Central de Puerto Montt, hacía un llamado público a la comunidad, tanto a peatones como automovilistas, a tener precaución al momento de enfrentar la vía férrea y a no transitar por ella para evitar accidentes, así como a respetar la señal Pare de los cruces vehiculares que obligan a la detención total y agregaba que la información sobre los itinerarios y valores de pasajes del nuevo servicio estaban disponibles en la página http://www.efe.cl y en el call center 02-5855000 y que, a partir de ese día la información estaría, además, disponible en todas las estaciones del trayecto.

Pero como el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones, de improvisaciones y de mala gestión, a los pocos días los carros comprados a la Empresa de Ferrocarriles de España con más de 20 años de uso y sin ninguna garantía, empezaron a fallar. Fallas mecánicas, incendios, atrasos, transbordos y otras delicadas y personalizadas atenciones a los clientes se hicieron habituales y corrientes. Las autoridades de EFE aparecían de tanto en tanto en la televisión para decir que sólo eran problemas propios de una puesta en marcha.

US $ 60.000.0000 (sesenta millones de dólares) – algo así como $ 33.000.000.000 (treinta y tres mil millones de pesos)- se gastaron en el gustito ese, entre compras de trenes usados y en malas condiciones, contratación de personal y refacción de estaciones.

Hoy, a 331 días – o a 10 meses, si lo prefieren - de ese magno acontecimiento, ¿qué vemos? Trenes detenidos y sin uso, estaciones abandonadas, sistema de compras no operativo por la Web (de esta lo envían a una línea 600 y de aquella, de vuelta a la Web. Compra huevos se llamaba ese juego, cuando yo era un niño)

¿Cuándo terminó la chanza?

- Nadie lo sabe.

¿Cuánto costó la gracia?

- 13 campañas "Un niño, una cama".

¿De donde salió este dinero que se botó?

- De su bolsillo, del mío y de cada uno de los contribuyentes chilenos.

¿Quién responde?

- ¿Qué es eso, se come?

PD: Este post fue colocado en la portada de AtinaChile del día de hoy.