¡¡No a la rebaja de impuestos a los combustibles!!

En un país como el nuestro, en donde moros y cristianos rasgan vestiduras por el calentamiento global que se nos viene encima aceleradamente; en donde hay Congresos, charlas, debates acerca del tema; en donde se pide – se exige más bien- que se ponga término a la intervención del hombre – real o ficticia – en este desastre, nos encontramos con que ahora todo el mundo pide a gritos que se reduzcan los impuestos al combustible derivado del petróleo, uno de los elementos más contaminantes de todos los que emplea el hombre.

Este clamor se enmarca en una característica muy propia, cual es la de exigirle a los demás lo que no estamos dispuestos cumplir nosotros mismos, justicando nuestro proceder bajo los argumentos y pretextos más pueriles.

Por eso ¡¡no a la rebaja de impuestos a los combustibles!!

¿Deseamos contaminar?, pues paguemos por ello ¿o deseamos que esto nos salga gratis y sean nuestros hijos y nietos los que deban pagar - no el valor del combustible - sino las consecuencias de nuestra inconciencia colectiva viviendo en un mundo muy distinto al actual, distinto por la negra herencia que les vamos a dejar?